No tuve ningún problema en ponerle un diez a Bayonetta 2 cuando salió hace cuatro años en Wii U y, sinceramente, no me he arrepentido en ningún momento. Lo considero uno de los mejores juegos de todos los tiempos y uno de los lanzamientos estelares de Wii U. Su primera entrega, menos pulida, ya era un gran juego en su lanzamiento original para Xbox 360 y PlayStation 3, aunque, en mi humilde opinión, su segunda entrega brilla por ciertas decisiones de diseño que mejoran a su predecesor.
Aun así, la buena de Bayonetta protagoniza una de esas sagas que pone ciertas trabas a sus jugadores primerizos. Cuesta entrar en el universo de la obra de Platinum Games por varios aspectos. El sistema de combate es brillante a la par que complejo en sus inicios; los enemigos cuentan con patrones de combate simples, aunque, en un principio puede costar adaptarse a las señales visuales de sus movimientos. Por otro lado, tenemos un uso limitado de los movimientos de Bayonetta, por lo que tendremos que desbloquear sus mejores movimientos en una primera partida.
Después de todo, una primera partida a cualquiera de las dos entregas de Bayonetta debe jugarse como si se tratara de un tutorial. Es vital ir interiorizando cada uno de los patrones de los enemigos, los movimientos de la bruja y dos puntos clave dentro de su jugabilidad: el indicador de combo y el tiempo brujo.
El combo es relativamente fácil de aumentar conociendo las técnicas básicas de Bayonetta en los primeros compases, pero pocos jugadores saben mantenerlo activo en su primera partida y nunca recuerdan que los disparos sirven para ello. El secreto reside en mantener pulsado el botón de disparo hasta acercarnos al siguiente enemigo para encadenar combos con aquellos que estén más alejados. Puede parecer una mecánica algo tonta, pero, después de todo, Bayonetta es un juego de puntuaciones y el combo es una pieza clave para obtener el "Platino Puro".
Por otro lado, tenemos el tiempo brujo, una mecánica que, al esquivar un golpe en el último momento, detiene el tiempo durante un pequeño lapso de tiempo. Cada enemigo, como ya hemos comentado, sigue unos patrones y cuenta con avisos visuales para indicaros cuando esquivar sus ataques.
Bayonetta, después de todo, es un frenético juego de acción que basa todas sus mecánicas en pequeños detalles, los cuales pueden pasar inadvertidos en una primera partida. La primera vez siempre es tosca en un juego de este calibre, las primeras doce horas, cinemáticas incluidas, son un proceso de aprendizaje.
La verdadera esencia del juego de Platinum Games reside en interiorizar estos conceptos de la primera partida y saber exprimirlos en una segunda vuelta para obtener todos los "Platino Puros" y en sucesivas partidas en las distintas dificultades disponibles. Cada una de estas ofrece cambios en los patrones de los enemigos y modifica el tipo de enemigos en los distintos escenarios.
Cuesta jugar la primera partida a Bayonetta, yo mismamente me quedé a muy poco de dejarlo abandonado por ciertas cosas que no lograba comprender, pero tras darle una segunda oportunidad algo me hizo "clic". Una vez cambiada mi mentalidad, la experiencia con Bayonetta y, en especial, con Bayonetta 2 fue una de las mejores que he tenido nunca.
Es cierto que el primer título está menos pulido que su segunda entrega, pero, sin duda, Bayonetta 2 es un juego realmente espectacular y una recomendación imprescindible para cualquier amante del hack'n'slash.
Artículo escrito para Nintendo