La franquicia One Piece es una de las IP más rentables de Bandai Namco Entertainment con prácticamente un videojuego cada pocos años. Hemos tenido lanzamientos de todo tipo y enmarcados en toda clase de géneros: lucha, RPG e incluso musou y, aunque cada uno ha sabido dar su punto de vista de las aventuras de Luffy y compañía, pocos han llegado a las cotas de calidad de la saga Pirate Warriors.

Sí, ya sabemos que se trata de un título musou y este género es conocido por tener cierta tendencia a la repetición. Aun así, nos encontramos, probablemente, con las mejores adaptaciones al videojuego de la obra de Eiichiro Oda.

Independientemente del hecho de que enfrentarnos a una gran multitud de enemigos es algo intrínseco dentro de las aventuras de Luffy, Koei Tecmo y Bandai Namco consiguen plasmar cada arco argumental con gran acierto, teniendo en cuenta que nos encontramos en un videojuego.

A diferencia de anteriores entregas, One Piece Pirate Warriors 3 nos cuenta toda la historia de One Piece hasta el arco de Dressrosa. Esto provoca que nos encontremos ante una entrega repleta de contenido a nivel de historia -aunque algún arco sufra de varios tijeretazos muy sonados-. Además, su forma de narrar las distintas sagas hace de este título una buena forma de entrar en esta franquicia si somos novatos y un buen recordatorio para los más aficionados.

Esta cantidad ingente de historia nos lleva a otra parte muy importante de una entrega como esta: su contenido. Nos encontramos ante un juego con más de 40 personajes controlables con sus propias habilidades y distintas formas, según la etapa donde nos encontremos.

Por otro lado, e independientemente de su modo historia, tenemos el Diario de Sueños, un modo aventura donde utilizar a cualquier personaje para avanzar por distintas islas en un modo precursor del modo Crónicas en Fire Emblem Warriors y el modo Aventura de Hyrule Warriors. En definitiva, un modo complementario a la historia que ofrece nuevos retos y una gran cantidad de horas para seguir probando personajes y obteniendo recompensas.

Además de todo este contenido base, la Deluxe Edition añade todo el contenido descargable de las versiones originales. A diferencia de otros títulos, estos DLC son únicamente estéticos, aunque presentan más de cuarenta opciones por elegir. Cada personaje cuenta con un buen puñado de variaciones, desde trajes de boda a guiños al propio manga-anime.

Por último, tenemos otro aspecto muy relevante en una versión portátil con respecto a la sobremesa: el rendimiento. Sorprendentemente, la versión para Nintendo Switch ofrece una experiencia más estable con respecto a sus contrapartes de sobremesa.  Concretamente, en modo portátil se mueve a 720p y 30 fps en el modo TV llega a las 1080p y 60 fps.

En PlayStation 4, este título sufría de importantes bajadas de fps durante los combates y podemos decir que en Switch el juego muestra un rendimiento mucho más estable, con alguna ligera caída, pero sin llegar a los graves problemas de ciertas zonas en la versión para la consola de Sony.

One Piece Pirate Warriors 3 Deluxe Edition es, sin duda, la mejor edición para disfrutar de una de las mejores aventuras de One Piece hecha videojuego. Simplemente por contar con todos los arcos de la obra de Eiichiro Oda hasta Dressrosa, esta entrega justifica su compra para cualquier aficionado. Y, si nunca nos hemos sumergido del todo en ella, su forma de contarnos la historia resulta atractiva incluso para cualquier amante del manga-anime.

Estamos ante un musou, que, a pesar de las limitaciones del género, sabe usar el material de la franquicia para crear una experiencia duradera y reconfortante.

Artículo escrito para Nintendo