El pasado 11 de octubre tuvimos la oportunidad de probar Fire Emblem Warriors, un crossover de la franquicia desarrollado por Omega Force (Koei Tecmo) para Nintendo Switch y New Nintendo 3DS.
Después del éxito que supuso usar la fórmula musou en The Legend of Zelda, el estudio se ha animado a aplicarla esta vez a Fire Emblem, una saga estratégica que poco tiene que ver con el reconocido género de Koei Tecmo. De todos modos, la compañía se ha asegurado bien de que los seguidores de la saga reconozcan a Fire Emblem en este nuevo título, y os contamos por qué:
Lo primero es que el triángulo de armas está muy presente en el juego. Si nos enfrentamos a unidades sobre las que tenemos ventaja, podremos aturdirles con más facilidad y les quitaremos más vida, pero esto también juega en nuestra contra, ya que si nuestra unidad está en desventaja nos aturdirán a nosotros antes y perderemos más vida. Aquí es donde vemos uno de esos aspectos estratégicos que, aunque parezcan pequeños, afectan al curso de la batalla.
Otro factor a tener en cuenta es que podemos agrupar en parejas a las unidades, quedando una de ellas en la retaguardia. De esta forma, nuestro compañero o compañera podrá ejecutar ataques que aturdirán al enemigo y nos protegerá cuando nos aturdan a nosotros, por lo que nunca vendrá mal emparejar a nuestros personajes. En teoría, al hacer esto también aumentaremos la afinidad entre las dos unidades, del mismo modo que en Fire Emblem, pero durante el tiempo que estuvimos jugando lo único que vimos fueron un par de mensajes genéricos del tipo “Espero conocerte mejor” o “Te protegeré con mi vida”.
Por otro lado, hay un modo de juego con muertes permanentes, es decir, si una unidad cae en combate no volveremos a verla hasta que hayamos terminado el modo historia. Este modo es opcional y algo desacertado, en nuestra opinión, en un juego musou, ya que esto implica menos variedad en un género que tiende a volverse repetitivo en poco tiempo.
A diferencia de cualquier musou, los personajes suben de nivel en mitad del combate a medida que van acumulando puntos de experiencia, de la misma forma que en los juegos de Fire Emblem. De todas formas, aplicar este método en Fire Emblem Warriors entorpece el gameplay, ya que interrumpe la fluidez de los combates.
A medida que Koei Tecmo fue revelando el elenco de Fire Emblem Warriors, muchos nos dimos cuenta de que había -demasiados- portadores de espadas en comparación con el resto de armas, pero en el juego cada personaje puede equiparse con un segundo tipo de arma, por lo que al final sí que queda compensado en este aspecto.
Por otro lado, los move sets de los personajes son más originales y vistosos de lo que esperábamos, pero siguen estando muy por debajo de los que ya vimos en Hyrule Warriors Legends. Por desgracia algunos personajes comparten el mismo move set, como los dos protagonistas, y no aportan nada a nivel jugable.
En cuanto a la historia, el argumento no va más allá del típico que nos encontramos en estos crossovers: los protagonistas acaban en una misma dimensión, sin saber cómo, para derrotar a un enemigo en común. Algunos capítulos recrean ciertas partes de pasadas entregas de Fire Emblem que harán las delicias de cualquier fan.
En general, lo que hemos visto de Fire Emblem Warriors nos ha gustado, a pesar de sus puntos flacos. Faltaría por ver cómo son a nivel jugable el resto de personajes y cómo avanza la historia, pero este título se acerca más a Hyrule Warriors Legends, con el que comparte algunas mecánicas, que a un musou de los que nos tiene ya acostumbrados Koei Tecmo.