Cuando estuve en la presentación de los próximos lanzamientos de NISA, insistieron mucho en comparar God Wars: Future Past con Final Fantasy Tactics. Ante tremenda comparación, uno puede pensar que el último RPG de estrategia de Kadokawa Games apunta muy alto al compararse con uno de los máximos exponentes de su género y quizá debería cambiar sus pretensiones para no levantar unas expectativas peligrosas. Aun así, tras pensar en estas palabras y jugar unos cuantos mapas, podemos darle la vuelta a esa idea: God Wars: Future Past es un RPG táctico a la vieja usanza y busca apelar a los amantes de la estrategia más japonesa.
La trama de God Wars nos sitúa en Mizuho, una tierra formada por tres reinos -Fuji, Izumo y Hyuga-. En un principio, todos los reinos vivían en paz mientras rendían culto a los dioses. No obstante, según se iban desarrollando avances en agricultura y el uso del metal, la semilla del conflicto surgió entre ellos. Al mismo tiempo, una serie de desastres comenzaron a asolar el reino.
Para calmar a los dioses y evitar una tragedia mayor, la reina de Fuji, Tsukuyumi, sacrifica a su querida hija, Sakuya, en el cráter del Monte Fuji y encierra a su otra hija, Kaguya, en un sello de bambú, para después desaparecer. Trece años después, Kaguya consigue escapar y comienza un viaje para descubrir qué llevó a su madre a sacrificar a sus hijas.
Yoshimi Yasuda, presidente de Kadokawa Games, ha pasado su vida estudiando la historia japonesa. Para dar a conocer a un público más extenso el rico folklore japonés, decidió crear un juego que basara parte de su experiencia en la historia y mitología de su país. Aunque, según afirman desde NISA, no será un juego histórico como tal y parte de su gracia residirá en mezclar los elementos históricos con una historia más cercana al videojuego, donde la magia y la fantasía están al orden del día.
A primera vista, la faceta jugable de God Wars no parece muy alejada de los exponentes más clásicos del género con sus cuadrículas, personajes con un rol claro y la necesidad de calcular bien nuestros movimientos para no quedar expuestos. Poco se puede decir de un juego de estas características sin pasar horas y horas profundizando en su sistema. Aun así, no es difícil de afirmar que su base pinta lo bastante sólida para contentar a los más puristas.
La impureza ("impurity") es uno de los aspectos que más nos destacaron del sistema de combate de este juego. Este medidor irá aumentado en cada personaje según combatamos y de nosotros dependerá "purificar" a nuestros luchadores para librarnos de él. Como jugadores, nuestro deber será gestionar esta impureza a nuestro favor: este estado atrae los ataques enemigos. En un principio puede parecer negativo desarrollarlo, pero atraer los ataques enemigos a nuestro tanque puede parecer una buena idea.
Otro aspecto a destacar, como buen juego del género, es la variedad de clases y subclases para desarrollar a nuestros personajes. Los personajes principales tendrán clases fijadas, pero el resto de aventureros estarán a nuestra disposición para crear a nuestros propios guerreros para adaptarnos a las distintas situaciones. En total contaremos con más de 30 clases, 200 armas y 400 habilidades, tanto ofensivas como defensivas o de apoyo.
Aun falta un mes para su llegada a nuestras tierras para PlayStation 4 y PlayStation Vita, pero los amantes del género de la estrategia deberían tener en su radar la última obra de Kadokawa Games. Un juego de corte clásico que espera conquistar el corazón de Occidente con su visión de un mundo de fantasía inspirado en el antiguo Japón.