Pokémon ha sufrido pequeños cambios en cada entrega a lo largo de su historia. 20 años es un lapso de tiempo lo suficientemente extenso como para reimaginar una fórmula desde sus cimientos y, sin embargo, el mayor acierto de Game Freak a lo largo de este tiempo ha sido mantener intacta una base reconocible. Pokémon Sol & Luna vuelve a ser una reinvención de muchas ideas, pero todo sigue siendo igual de familiar.
Una vez más, los mejores aciertos se encuentran en los pequeños -o no tan pequeños- detalles. La sustitución de las Máquinas Ocultas (MO) por las Pokémonturas son un alivio para los entrenadores, librarnos de los estados perjudiciales cuidando a nuestros Pokémon o cambiar la fórmula de los gimnasios para convertirlos en pruebas son nuevas formas de entender un mismo concepto aplicado a las posibilidades de las nuevas consolas.
Ficha técnica y valoración
Título original: | ポケットモンスター サン・ムーン』ニンテンド | ||
Compañía: | Nintendo, Game Freak | Plataforma: | Nintendo 3DS |
Fecha de lanzamiento: | 23/11/2016 | Género: | RPG |
Director: | Shigeru Ohmori | Compositor: | Junichi Masuda & varios |
Duración: | mínimo 40 horas |
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Hasta Pokémon Sol y Luna no había reparado en ello: el concepto de los gimnasios es una de partes más arcaicas dentro de la franquicia y un cambio era necesario para adaptarse a las nuevas posibilidades de las consolas más actuales. Los gimnasios desde los tiempos en Pokémon Rojo y Azul apenas han variado en las distintas entregas de la franquicia. Sí, hemos tenido algunos coqueteos con los puzles en algunos casos, pero ya era algo que vivíamos en el gimnasio de Ciudad Fucsia (Koga) en Kanto al buscar el camino hasta el líder a través de paredes invisibles -no tan invisibles en Game Boy Pocket o Color-. Las pruebas de Sol y Luna, ya sea capturando a ciertos Pokémon, con determinados retos visuales o superando zonas, son un paso hacia la reinvención de una fórmula algo desgastada. También el añadido de los llamados "Pokémon dominante", versiones más grandes y poderosas de los Pokémon de la zona, suponen una vuelta de tuerca al sistema de líderes de gimnasio.
Sí es cierto que al final del juego las mencionadas pruebas pierden algo de fuelle, cayendo en cierta desgana y mera repetición. Esperemos que en próximas entregas busquen darles una mayor profundidad y el uso de otras funciones de Nintendo 3DS o la futura Switch, porque el futuro de la franquicia pasa por dotar de personalidad a un sistema fácil de moldear a nuevas regiones.
No obstante, la historia es donde, sorprendentemente, Pokémon Sol y Luna han sabido sacar el máximo jugo a Nintendo 3DS, tras el tímido salto de Pokémon X-Y a nivel de narración. La trama de estas ediciones, a diferencia de las anteriores, no parece centrarse principalmente en nuestro protagonista y da más importancia a otros personajes a priori secundarios, como Lylia. Este cambio de enfoque permite dar más importancia a desarrollar a sus personajes y dar un matiz menos prioritario a nuestro viaje por Alola, dentro de los límites autoimpuestos en un juego como Pokémon, donde el viaje es una pieza clave. Aun así, Game Freak tiene un largo camino por recorrer en esta evolución natural y varios aspectos, como enfocar a la inexpresiva cara de nuestro avatar, siguen quedando demasiado fuera de lugar y pueden llegar a sacarnos de la experiencia en determinadas partes.
A nivel de presentación, el uso de las cámaras para jugar con los planos es, sin duda, el cambio más destacable y ofrecen esa sensación de querer contarnos una historia más elaborada, no solo a nivel de guion puro. Los diálogos en sí no han sufrido cambios destacables ni su historia sorprende por su excesiva complicación, aunque se aprecia un notable esfuerzo en querer dotar a los personajes de una evolución y un recorrido con el objetivo de ofrecer una progresión más allá de ir capturando Pokémon o superando pruebas.
La región de Alola también se beneficia del nuevo enfoque más "cinemático" con nuevas formas de jugar con la presentación de sus rutas, gracias a los cambios de cámara, nueva vista del personaje y pequeños añadidos para dotar de más vida a las distintas islas. Son estos pequeños detalles, junto al renovado apartado artístico, donde Pokémon Sol y Luna brillan con luz propia.
Pocas novedades encontramos a nivel puramente jugable en un sistema de combate en el que los Movimientos Z hacen más por la vista que por cambiar los combates en sí. Nos encontramos movimientos más poderosos que pueden suponer un importante impacto dentro de un combate pero, ¿realmente suponen un cambio lo suficientemente importante a niveles generales? No lo creo así y, en ocasiones, se palpa la sensación por parte de los desarrolladores de no saber a dónde ir a estos niveles. Ahí tenemos el caso de los combates de hasta cuatro Pokémon de cuatro entrenadores distintos en el Battle Royale, los cuales parecen más una prueba que un modo implementable en futuras entregas.
También merece mención el nuevo sistema de apoyo entre los Pokémon salvajes, el cual sustituye las hordas de Pokémon X-Y y permite llamar al combate a las criaturas salvajes a otros Pokémon de la zona. Como sistema de cadenas para obtener Pokémon con habilidades ocultas o, con mucha paciencia y fortuna, las versiones variocolor, cumple su función, aunque en otras ocasiones puede derivar en combates tediosos si andamos con prisa o no contamos con el Pokémon adecuado para lidiar con estas situaciones. Definitivamente, en futuras entregas este será uno de los aspectos a desarrollar para encontrar la fórmula adecuada.
Sí se agradecen otras innovaciones como el Pokéresort, una suerte de minijuego donde los Pokémon de nuestra caja pueden habitar distintas islas para realizar distintas actividades: criar bayas, entrenarse o buscar tesoros. En conjunto, resulta ser un curioso y funcional sistema de gestión para tenernos entretenidos a nosotros y a las criaturas de nuestras cajas. Incluso el Pokévisor, con sus pequeños momentos al estilo Pokémon Snap, dan un toque de variedad especial a nuestro viaje por Alola, aunque su implementación vuelve a quedarse algo escasa en comparación con las actividades principales.
Siempre he sido un firme defensor de la increíble calidad de las ediciones de la segunda generación -remakes incluidos- por su contenido y, especialmente, por reunir a dos regiones tan profundas como Johto y Kanto. Sin embargo, por primera vez puedo decir que el salto cualitativo, en este caso de Sol y Luna, convierten a estas ediciones en una de las mejores generaciones de la franquicia a nivel puramente jugable.
Es posible que el postgame pueda quedarse algo corto o que las nuevas inclusiones en la Pokédex puedan parecer escasas, pero, en términos generales, nos encontramos ante las ediciones más "rompedoras" -dentro de los límites de Pokémon- en mucho tiempo. Queda margen dentro de la franquicia, lo complicado, como en cada nuevo lanzamiento, es encontrar un equilibrio entre las novedades y la familiaridad.