Dragon Ball Xenoverse resultó un título de gran valor para los fans tras una serie de continuadas decepciones con lanzamientos lejos de los estándares de calidad de la obra nacida de la mente de Akira Toriyama. Gracias a una historia inédita, la posibilidad de crear a nuestro propio personaje y una interesante propuesta jugable -no exenta de fallos-, nos encontramos, hace ya más de un año, ante un título notable.
Tampoco le fue mal en ventas y, por esta razón, Bandai Namco puso a trabajar a Dimps en una secuela con el objetivo de pulir aquellos aspectos que no acabaron de convencer a sus jugadores. El feedback, esa palabra que tanto gusta a desarrolladores y aficionados, ha sido una de las puntas de lanza a la hora de presentar Dragon Ball Xenoverse 2, un título centrado en ofrecer más y mejor del universo multimedia de Dragon Ball.
Personalmente, mi mayor preocupación sobre esta secuela es su falta de novedades a nivel jugable y no es algo que esta beta abierta haya aliviado. Nos encontramos ante un juego muy continuista en su propuesta jugable, seguimos con las mismas mecánicas y prácticamente los mismos movimientos básicos. No he podido encontrar ninguna diferencia a nivel de combos dentro del personaje y sus movimientos son prácticamente los mismo. Me hubiera gustado ver algo más del sistema de habilidades para apreciar si estos afectan a la experiencia jugable, según vamos avanzando hasta los niveles más altos, pero una beta de estas características, con sus comprensibles problemas de conectividad, no es el mejor escenario para una valoración.
Donde sí vemos un mayor cambio es en el contenido disponible para el jugador -aunque no esté completamente disponible- en la gran Conton City, la nueva urbe que hará de base central de nuestras operaciones y cuenta con una extensión mucho mayor. De hecho, se nos facilitará un medio de transporte para recorrerla, hasta que obtengamos el carnet para volar por sus cielos.
Tendremos a nuestra disposición desde una escuela de entrenamiento para perfeccionar nuestra técnica, a una serie de misiones disponibles dentro de unas fallas temporales donde podremos hacer de guardaespaldas de Mr. Satán, colaborar con el Gran Saiyaman o alistarnos en el ejército de Freezer. Cada una de estos grupos de misiones -5 en total- contará con ciertas exclusividades para cada raza, por lo que trastear con todas ellas parece una obligación a la hora de exprimir todo el juego. Además de estas misiones, tenemos los modos cooperativos para enfrentarnos a grandes enemigos o las raids para varios grupos de jugadores, donde bajar la salud del enemigo a base de repartirle mamporros con varios acompañantes están a la orden del día.
En definitiva, y a la espera de conocer todos los accesorios, habilidades, personajes y sorpresas de la versión final, podemos decir que este Dragon Ball Xenoverse 2 sigue una línea muy continuista con respecto a su primera entrega. Bandai Namco se ha asegurado de no desviarse del camino del primer Xenoverse para ofrecer una experiencia con más contenido, más personajes y más metros cuadrados por recorrer. El problema, como en la mayoría de casos de la industria, es que más contenido no asegura mayor calidad.
Sin embargo, para tener un veredicto totalmente justo sobre lo que realmente encontraremos en esta nueva entrega, tendremos que esperar al próximo 28 de octubre. Esperemos que la beta haya servido para calibrar el rendimiento de los servidores y tengamos una correcta experiencia a estos niveles como en el primer Xenoverse.