Desde hace unos años el sector de los videojuegos vive en una crisis de identidad, todos los géneros viven en una incertidumbre constante y muchas desarrolladoras buscan reinventarse con fórmulas que siempre les han funcionado. Los juegos denominados coloquialmente "indies" viven en un estado pletórico y abundan tanto en calidad como en cantidad. Mientras en Japón, según los jugones occidentales, vagan en la más misera de las penurias viviendo de un tiempo que fue mejor. Los dedos acusadores apuntan hacia una dirección, Square Enix. Pero ¿esto es del todo cierto o simplemente nos negamos al cambio que promueven?

Jose_Strife

Square Enix es una de las empresas más castigadas por aquellos que claman la caída del imperio del videojuego en Japón. Escudados en "aquellos grandes juegos de SquareSoft", muchos dan por muerta a una de las empresas más grandes y diversificadas del sector. Puede que tras formarse Square Enix muchas cosas hayan cambiado con respecto a cuando eran dos grandes empresas enfrentadas. Muchas de sus grandes mentes han huido en busca de una liberación, no de la empresa en sí, sino de las grandes franquicias que recaían sobre sus hombros. Una hornada de grandes genios que, como en los grandes equipos de fútbol, se juntan una vez cada varias décadas para marcar una época y ser recordados para siempre. La presión de crear un Final Fantasy cada varios años debió pasar factura a ese grueso y Final Fantasy The Spirits Within fue el detonante de una ruptura necesaria para algunos.

En plena crisis del sector, Square Enix, de mejor o peor manera, intenta innovar en un sector tan tradicionalista comos los JRPG, introduciendo nuevos sistemas de combates más dinámicos que intentan dejar atrás el arcaico sistema de turnos que muchos idolatran, pero que apenas ha sufrido cambios desde sus años gloriosos.

¿Es acaso el valor de Square Enix en intentar innovar algo que merezca semejante crítica por parte del público? En Japón, Dragon Quest y Final Fantasy siguen siendo juegos TOP, valorados, pero en Occidente los Dragon Quest han dejado de llegar y Final Fantasy es duramente criticado. ¿Las razones? su linealidad, la pérdida de su esencia y la perdida del combate por turnos. En este punto nadie recuerda la linealidad de otros títulos como Final Fantasy X y nadie se pregunta "qué es la esencia de un Final Fantasy", es más fácil criticar a una empresa sin tener ni idea o porque simplemente "meterse con Square Enix queda guay en Twitter".

Para solucionar estas críticas, la empresa ha decidido realizar algunos cambios que intentan convencer a sus fans de todo el mundo, la introducción de una linealidad definida hasta más no poder (probablemente inspirada en los Shooters sobre raíles que tanto triunfan), y un sistema de combate «Batalla en Tiempo Continuo» (BTC) que busca unos combates más dinámicos y menos limitados que los sistemas de turnos más habituales.

¿Qué es entonces lo que falla? Muchos de sus seguidores, principalmente occidentales, siguen empeñados en tener un juego de hace 15 años con su sistema tradicional, pero, en el fondo, todos sabemos que es necesario un cambio que aporte frescura a todo lo que hemos visto antes.

Quizás no estén dando en el clavo, pero cualquier cambio conlleva sus riesgos y sin duda Square Enix los está teniendo. La losa de haber sido una de las mejores empresa de la historia del videojuego acarrea muchos quebraderos de cabeza y tener la obligación moral de reinventar a la industria pueden ser perjudicial para sus propósitos, sobre todo sin el apoyo de sus seguidores.

Ahora mismo están diversificando su cartera de productos mediante la expansión de sus juegos para móviles, estos representan los mayores ingresos para Square Enix, potenciando su mercado online e invirtiendo en consolas de próxima generación. Por otro lado, han adquirido varios estudios occidentales del calibre de Eidos o Crystal Dinamics que han conseguido cautivar tanto a la crítica como a los consumidores. Entonces, ¿tan mal lo están haciendo?

Personalmente tengo esperanzas de que con la llegada de la próxima generación, Square Enix sepa alinear todas las piezas y volver a ser lo que era. Títulos como Final Fantasy XV y Kingdom Hearts III pueden representar nuevas formas de ver a los JRPG y que vuelvan a  brillar. Ya hemos visto que, a pesar de sus fallos, Bravely Default es un título bastante digno y tengo la esperanza de que, gracias al feedback de los usuarios, Bravely Second sea un juego acorde a lo que todos esperamos.

A pesar de ello, siguen sin entenderse algunas decisiones como mantener a Motomu Toriyama en su puesto de director tras varios títulos que han rozado el ridículo a nivel narrativo y a veces jugable: The 3rd Birthday, Final Fantasy XIII-2 y, mucho nos tememos, Lightning Returns: Final Fantasy XIII.

Clow

Se cumplen diez años desde que Square y Enix se fusionasen y esto me toca un poco la fibra sensible pues forma parte de mi adolescencia y mis principios como aficionado al RPG. Y es que hablar de SquareSoft y Enix es hablar de RPG, por lo que prácticamente todo lo que dije en su día podría aplicarse a esta columna de opinión. Aun así, centrándonos en el caso de Square Enix, podemos encontrar un enorme cambio tras la trascendental fusión, que vino motivada por el gran error de la compañía que ha hecho que hoy día “no sea como antes”: Final Fantasy The Spirits Within. El error de Hironobu Sakaguchi, que quiso ser director de cine y olvidó que estaba haciendo un FF, sumió en números rojos a la empresa, originando un cambio a nivel administrativo que se transformó en una fuga de cerebros de la compañía (el propio Sakaguchi, Tetsuya Takahashi, Yasunori Mitsuda, Masato Kato, etc.) y en un cambio de perspectiva comercial, cerrando así la mayoría de sagas que no tenían “Dragon Quest”, “Final Fantasy” o “Kingdom Hearts” en su nombre.

Desde entonces han pasado 10 años, pero ¿ha cambiado algo desde que se tomasen esas decisiones? Sigo viendo cómo prostituyen sus sagas con infinitos spin-offs, nuevos ports y remakes y juegos sociales y algo dentro de mí llora. Algo que lleva latente desde hace más de diez años y aún conserva la esperanza de que grandes, no, enormes juegos como EL JUEGO Xenogears, Chrono Cross, Vagrant Story, DewPrism o Parasite Eve, algunos de mis videojuegos favoritos de todos los tiempos y de la era dorada de la compañía (1997-99), tengan iguales en los tiempos que corren. Todos ellos nacieron de las oficinas de SquareSoft, todos ellos llevan su sello y todos ellos fueron superventas en Japón y recordados por todos los tiempos por los aficionados al género como títulos emblemáticos y legendarios. Pero, ahora, cada vez que me llega un correo con sus novedades sólo veo títulos occidentales que distribuye o produce y, de vez en cuando, algo a lo que siguen llamando Final Fantasy o un Kingdom Hearts. Al menos con Bravely Default han intentado demostrar que todavía saben hacer cosas distintas, aunque es cierto que no es igual que los de antes... Dónde quedaron los tiempos de PlayOnline...

Por el lado de Enix, mis títulos favoritos de la compañía procedían de tri-Ace (Star Ocean, Valkyrie Profile, etc.) por lo que, al menos hasta hace unos años, la fusión benefició enormemente a la calidad de sus juegos, ya que títulos como Valkyrie Profile 2, Star Ocean 3/4 o Infinite Undiscovery contaron con un apartado técnico y vídeos prerrenderizados muy mejorados respecto a los juegos anteriores de la compañía, siempre sin perder un ápice de la esencia que los caracterizaba. Sin embargo, desde Star Ocean: The Last Hope no hemos visto ningún movimiento de tri-Ace dentro de Square Enix y, sin embargo, sacaron End of Eternity (Resonance of Fate) bajo el sello de SEGA. ¿Habrán sido ellos los últimos en esa lista de fuga de cerebros a la que hace nada se sumó Akihiko Yoshida?

Siendo así, mi última esperanza reside en Yousuke Matsuda, el nuevo presidente de la compañía que, espero –aunque bien sé que es en vano– sepa recuperar la esencia de la empresa que era sinónimo de JRPG hasta hace diez años. Y, si no, tarde o temprano acabará sepultada más allá de las corrientes del tiempo por empresas como MonolithSoft, creada por Takahashi tras su marcha de Square, que aún conservan la esencia del JRPG, esencia que ya diez años que Square Enix olvidó. Y es que puede que Square Enix pueda resultar una empresa muy rentable desde el punto de vista comercial (cosa que dudo bastante porque sólo se habla de sus malas cifras), pero como creadores de juegos, fantasías y sueños, hace tiempo que dejó de ser lo que era para mí.

Shinta

Creo que es una realidad que Square Enix no ha conseguido en todos sus años de historia un nivel de lanzamientos a la altura de Square y Enix años antes de la fusión. Toca aceptar esto, pasar página y evaluar independientemente lo que ofrece la compañía de los Final Fantasy y Dragon Quest a día de hoy.

El mayor problema de las compañías de videojuegos japonesas creo que no es la creatividad, sino la rentabilidad. El mercado de videojuegos no funciona igual en Japón que en Occidente; mientras que aquí las consolas de sobremesa son las que más ventas consiguen, en Japón son las consolas portátiles las que se llevan el gato al agua. A esto hay que añadirle el “triunfo” en Estados Unidos de una consola americana, la Xbox 360, frente a la japonesa PlayStation 3.

Square Enix anunció Final Fantasy XIII en exclusiva para PlayStation 3 en el año 2006. Imaginaros el jaleo con el que se encontró la compañía al ver que la consola no vendía bien ni en Japón ni en Estados Unidos. Un juego con un presupuesto demencial, destinado únicamente a una plataforma con una pequeña cuota de mercado. Las cuentas no salían.

El resto es historia. A Square Enix no le quedó más remedio que lanzar el juego también en Xbox 360 para que el resultase solvente. La versión de Xbox 360 no se hizo sola; llevó tiempo y dinero que originalmente no estaban en los planes. Problemas y más problemas... que irremediablemente alcanzaron también al otro juego que se anunció junto a Final Fantasy XIII: Final Fantasy Versus XIII. Y quién sabe a cuantos juegos más que ni siquiera hemos podido tener la oportunidad de conocer.

Pasando a hablar de la calidad de los juegos, me atrevería a decir que la compañía no lo ha hecho tan mal estos últimos años. Qué queréis que os diga, a mí Star Ocean 4 no me parece peor que Star Ocean 3, y Dragon Quest IX no es Dragon Quest VIII pero tampoco está mal. Y hablando de Dragon Quest IX, lo cierto es que en Occidente se tiende a infravalorar a los juegos portátiles. Lo cual es un problema cuando, como dije hace unas líneas, las consolas portátiles son las que más venden en Japón, y por lo tanto las que más software japonés reciben.

Square Enix ha pasado de una generación en la que podía desarrollar para una única consola de sobremesa, a otra en la que se ha visto obligada a hacer sus juegos multiplataforma. Ha sido un cambio importante, para el que la compañía no estaba preparada, y del que parece que por fin se está recuperando. El anuncio de Final Fantasy Versus XIII (ahora Final Fantasy XV) para PlayStation 4 y Xbox One hace que podamos pensar que, esta vez sí, la compañía llega bien preparada a la nueva generación.

Eriol

"A rey muerto, rey puesto". En eso podría resumirse mi opinión sobre el tema de hoy.

Cualquiera de vosotros que haya jugado a títulos emblemáticos de Square y Enix debe reconocer que la compañía actual hace tiempo que dejó atrás "esa magia" que caracterizaba a "sus progenitores". Es más, me atrevería a decir que las tres son compañías totalmente diferentes a día de hoy, por lo que compararlas empieza a carecer de sentido.

Juegos como los dos Chrono, Final Fantasy VI, Xenogears, Valkyrie Profile, Star Ocean 2 o los Seiken Densetsu me hicieron soñar en su día, cuando empezaba a empaparme del género del rol japonés. Por el contrario, Final Fantasy XIII no me caló ni la mitad que los títulos que he mencionado arriba (aunque no lo considero mal juego). Los Dragon Quest VIII y IX me parecen magníficos títulos, pero responsabilizo de ello más a la "columna vertebral" de la franquicia (Yuji Horii, Koichi Sugiyama y Akira Toriyama) y al gran trabajo de Level-5 que a la propia Square Enix.

Actualmente estoy jugando al Bravely Default y mis sensaciones hasta el momento (llevo algo más de 20 horas) son muy positivas, aunque soy consciente de que más adelante el juego tiene algunos "problemas". Ahora bien, está por ver qué camino se tomará con esta nueva franquicia: mimar cada nueva entrega para fidelizar a los jugadores o exprimir la IP como si de un Final Fantasy se tratase.

Pero volviendo a la frase con la que he abierto mi opinión, si tú, lector, eres aficionado al rol japonés (lo cual doy por hecho si nos estás leyendo) no te queda otra opción que pasar página. Square Enix no es el fabricante de sueños que amabas antes de la fusión y tampoco te debe nada. Ante esta situación puedes empecinarte en ponerla en tu punto de mira, odiar a sus directivos con toda tu alma, o simplemente abrir tu mente a otras experiencias lúdicas.

Como se suele decir, hay muchos más peces en el mar. Compañías como Atlus, Nippon Ichi, Nihon Falcom, Level-5, Imageepoch o Namco Bandai Games (con los Tales of) tienen mucho que ofrecer al aficionado a este subgénero. A fin de cuentas, no es más fan el que sólo sabe vivir en el pasado, sino el que sabe adaptarse a la realidad que le rodea.